La obligatoriedad del BIM en el Perú: retos, avances y lecciones internacionales.

En el Perú, la implementación progresiva del Building Information Modeling (BIM) ha venido siendo materia de análisis y debate en los últimos años, especialmente a partir del Plan BIM Perú, contenido en la Guía Nacional BIM, documento rector impulsado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Este plan establece una ruta clara: hacia el año 2030, el uso del BIM será obligatorio para los tres niveles de gobierno, promoviendo así un salto cualitativo en la gestión de proyectos de inversión pública.

Desde el MEF, a través de la Dirección General de Programación Multianual de Inversiones (DGPMI), se vienen desarrollando lineamientos, estándares y herramientas que orienten la incorporación del BIM en las fases de formulación, ejecución y cierre de los proyectos públicos. Este trabajo apunta a generar eficiencia, reducir sobrecostos y fortalecer la transparencia en la gestión de infraestructura estatal.

Sin embargo, muchas entidades públicas todavía enfrentan un gran reto: la falta de conocimiento y manejo técnico de la metodología BIM. La ausencia de capacidades internas y la limitada experiencia práctica dificultan su implementación efectiva. Por ello, la obligatoriedad normativa requiere ser acompañada por una estrategia integral de fortalecimiento institucional y asesoramiento técnico especializado.

Experiencias internacionales: cómo los países líderes iniciaron su camino BIM

Las experiencias internacionales demuestran que la transición hacia el BIM no ocurre de un día para otro. Los países que hoy lideran su aplicación comenzaron con estrategias graduales, apoyadas en proyectos piloto, políticas públicas y estándares colaborativos.

Estados Unidos: liderazgo desde la práctica.

En Estados Unidos, el impulso inicial provino de la General Services Administration (GSA), que desde 2003 promovió el uso del BIM en proyectos de infraestructura federal. En lugar de imponer la metodología de manera inmediata, la GSA lanzó una serie de proyectos piloto destinados a evaluar los beneficios de la modelación digital, medir la eficiencia en costos y tiempos, y establecer buenas prácticas.

Con el tiempo, otras agencias —como el U.S. Army Corps of Engineers y la National Institute of Building Sciences (NIBS)— consolidaron estándares como el NBIMS-US, que definen los niveles de desarrollo, interoperabilidad y gestión de información. Este enfoque permitió una adopción progresiva basada en resultados comprobados y lecciones aprendidas, impulsando a la industria privada a adoptar el BIM de manera natural.

Reino Unido: una estrategia nacional estructurada.

El Reino Unido es un referente mundial por su enfoque estratégico. En 2011, el gobierno británico publicó la UK BIM Strategy, que fijó un cronograma claro de implementación por niveles (Level 1, 2, y 3). Para 2016, se estableció la obligatoriedad del BIM Nivel 2 en todos los contratos de obras públicas.

Lo más destacable del modelo británico fue la creación de un ecosistema colaborativo, compuesto por entidades públicas, universidades, asociaciones profesionales y consultoras privadas. Este ecosistema permitió definir estándares como el PAS 1192, posteriormente evolucionado en la serie ISO 19650, que hoy constituye la referencia internacional en gestión de información para el BIM.

Además, el Reino Unido promovió una cultura de aprendizaje a través de proyectos piloto, permitiendo ajustar procesos y generar confianza en el sector público antes de exigir su adopción plena.

Australia: enfoque colaborativo y sectorial

Australia optó por un enfoque colaborativo y descentralizado. A través de organizaciones como buildingSMART Australasia y el Australian Digital Built Environment Council, se promovieron estándares nacionales y la interoperabilidad entre plataformas.

El gobierno impulsó proyectos piloto en infraestructura de transporte, salud y educación, priorizando la capacitación y la creación de una comunidad técnica sólida. Las agencias públicas australianas enfatizaron la necesidad de alinear el BIM con la gestión de activos (Asset Management), asegurando que los modelos digitales sirvieran no solo para construir, sino también para operar y mantener infraestructuras durante su ciclo de vida.

Otros referentes: Singapur y Chile

En Singapur, la Building and Construction Authority (BCA) lanzó desde 2010 un programa nacional para digitalizar el sector construcción, ofreciendo subsidios, formación técnica y la obligatoriedad del BIM para permisos de edificación.

Por su parte, Chile ha desarrollado el Plan BIM Chile, liderado por CORFO y el Ministerio de Obras Públicas, con un enfoque muy similar al del Reino Unido, priorizando pilotos públicos y la creación de capacidades locales.

Estos ejemplos confirman una constante: el éxito del BIM depende de la experimentación práctica y del aprendizaje institucional progresivo, no de la imposición normativa inmediata. Los proyectos piloto permiten adaptar los procesos a la realidad local, identificar brechas y construir una curva sólida de lecciones aprendidas.

Recomendaciones para el contexto peruano

El caso internacional demuestra que la implementación del BIM requiere planificación, acompañamiento y visión estratégica. En el contexto peruano, resulta esencial que las entidades públicas cuenten con un asesoramiento técnico integral, alineado a una estrategia de contratación y gestión de información que promueva un entorno verdaderamente colaborativo entre todas las partes del proyecto.

Iniciar con proyectos piloto BIM es la mejor forma de generar aprendizaje institucional, reducir riesgos, validar procesos y demostrar los beneficios tangibles de la metodología. Estos pilotos pueden servir como espacios de prueba para la interoperabilidad, el control de costos y la gestión del ciclo de vida de la infraestructura pública.

Desde un punto de vista organizacional, también es clave que los profesionales de las entidades públicas que recibirán proyectos desarrollados bajo BIM sean capacitados en la lectura, gestión y control de modelos digitales, fortaleciendo sus competencias técnicas y su capacidad de toma de decisiones informadas.

Conclusión

El Plan BIM Perú abre una oportunidad sin precedentes para transformar la gestión de la infraestructura pública en el país. Sin embargo, para alcanzar los objetivos trazados al 2030, la obligatoriedad del BIM debe ir acompañada de asesoría técnica especializada, planificación estratégica y pilotos de implementación bien estructurados.

En nuestra consultora, brindamos acompañamiento integral a entidades públicas y privadas en la implementación del BIM, desarrollando estrategias, guías y soporte técnico para lograr una adopción efectiva y sostenible.

Si su entidad o empresa desea iniciar un proyecto piloto BIM o diseñar una estrategia de implementación institucional, contáctenos. Estaremos encantados de acompañarlos en este proceso hacia una gestión más eficiente, colaborativa y moderna de la inversión pública.

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